Puente Torácico
El Puente Torácico es un ejercicio altamente efectivo que se enfoca en la columna torácica, también conocida como la región superior y media de la espalda. Este ejercicio es excelente para mejorar la flexibilidad, la estabilidad y la movilidad general de la columna. Con práctica regular, puede ayudar a aliviar el dolor de espalda, mejorar la postura y potenciar el rendimiento atlético. El Puente Torácico implica colocarse en una posición de plancha lateral y luego rotar el torso, abriendo el pecho hacia el techo mientras se mantienen las caderas levantadas. Este movimiento crea un estiramiento profundo a lo largo de todo el costado de tu cuerpo, aumentando el rango de movimiento en la columna torácica. Lo que hace que el Puente Torácico sea tan beneficioso es que trabaja múltiples grupos musculares simultáneamente. Activa los músculos del núcleo, incluidos los oblicuos y el transverso abdominal, para estabilizar el cuerpo. Además, activa los glúteos, los hombros y los músculos de la parte superior de la espalda, promoviendo la fuerza y la estabilidad en estas áreas. Al realizar el Puente Torácico, es esencial enfocarse en la forma y el control adecuados. Hazlo despacio y con calma, permitiendo que tu cuerpo progrese gradualmente en flexibilidad y estabilidad. Recuerda respirar profundamente durante el movimiento, lo que ayuda a promover la relajación y profundizar el estiramiento. Incorporar el Puente Torácico en tu rutina de ejercicios puede ser muy beneficioso, especialmente si pasas largas horas sentado o tienes una mala postura. Añadir este ejercicio a tu repertorio puede ayudar a contrarrestar los efectos negativos de estar sentado durante mucho tiempo, mejorar la salud general de la columna y contribuir a una mejor mecánica corporal en tus actividades diarias. ¡Así que inténtalo y prueba el Puente Torácico, tu espalda te lo agradecerá!
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Instrucciones
- Comienza sentándote en el suelo con las piernas extendidas directamente frente a ti.
- Dobla tu pierna izquierda y coloca tu pie izquierdo en el suelo, con la rodilla izquierda apuntando hacia el techo.
- Coloca tu mano izquierda plana en el suelo detrás de ti, con los dedos apuntando hacia tu pie izquierdo.
- Extiende tu brazo derecho hacia arriba, apuntando al techo.
- Presiona tu mano izquierda contra el suelo y levanta tus caderas del suelo, entrando en una posición de puente.
- Extiende tu brazo derecho sobre tu cabeza y hacia el suelo, alcanzando hacia el suelo detrás de ti.
- Mantén tus caderas levantadas y tu mano izquierda presionando contra el suelo para apoyo.
- Mantén esta posición durante unos segundos, enfocándote en abrir tu pecho y parte superior de la espalda.
- Baja lentamente tus caderas al suelo, regresando a la posición inicial.
- Repite el ejercicio en el otro lado, doblando tu pierna derecha y colocando tu pie derecho en el suelo, con la rodilla derecha apuntando hacia el techo.
- Coloca tu mano derecha plana en el suelo detrás de ti, con los dedos apuntando hacia tu pie derecho.
- Extiende tu brazo izquierdo hacia arriba, apuntando al techo.
- Presiona tu mano derecha contra el suelo y levanta tus caderas del suelo, entrando en una posición de puente.
- Extiende tu brazo izquierdo sobre tu cabeza y hacia el suelo, alcanzando hacia el suelo detrás de ti.
- Mantén tus caderas levantadas y tu mano derecha presionando contra el suelo para apoyo.
- Mantén esta posición durante unos segundos, enfocándote en abrir tu pecho y parte superior de la espalda.
- Baja lentamente tus caderas al suelo, regresando a la posición inicial.
Consejos y Trucos
- Domina la extensión torácica adecuada para asegurar una forma y movilidad óptimas.
- Activa tus músculos del núcleo durante el ejercicio para mejorar la estabilidad y el control.
- Concéntrate en respirar profundamente y mantener una respiración relajada pero activa durante el movimiento.
- Comienza con una versión modificada del puente torácico, utilizando un soporte hasta que desarrolles suficiente fuerza y flexibilidad.
- Aumenta gradualmente la duración del puente torácico para mejorar la resistencia.
- Incorpora variaciones del puente torácico, como levantar las piernas o alcanzar por encima de la cabeza, para desafiar a tu cuerpo de diferentes maneras.
- Realiza ejercicios de movilidad torácica, como el rodillo de espuma o estiramientos de gato-vaca, como parte de tu calentamiento para preparar tu columna para el puente.
- Escucha a tu cuerpo y no te excedas más allá de tus límites. Tómate descansos si es necesario y progresa a tu propio ritmo.
- Trabaja en tu flexibilidad de hombros para mejorar la posición del puente.
- Apunta a un equilibrio en ambos lados del cuerpo practicando el puente torácico en tu lado no dominante también.