Postura De Yoga Del Sello De Pie
La Postura de Yoga del Sello de Pie, también conocida como Samasthiti o Tadasana en sánscrito, es una postura fundamental que forma la base para muchas otras posturas de yoga. Esta postura puede parecer simple, pero en realidad requiere fuerza, equilibrio y enfoque. A menudo se practica al inicio y al final de una sesión de yoga para alinear la mente y el cuerpo. Para asumir la Postura de Yoga del Sello de Pie, comienza de pie con los pies juntos o a la anchura de las caderas, dependiendo de tu nivel de comodidad. Enraíza tus pies firmemente en el suelo, distribuyendo tu peso de manera uniforme. Activa los músculos de las piernas levantando suavemente las rótulas hacia arriba. A continuación, alarga tu columna vertebral y encuentra una posición neutral para tu pelvis. Levanta ligeramente el pecho, llevando las escápulas hacia abajo y hacia atrás. Relaja los brazos a los lados, permitiendo que cuelguen de forma natural. Suaviza los músculos faciales, libera cualquier tensión en la mandíbula y encuentra una mirada fija y estable hacia adelante. La Postura de Yoga del Sello de Pie es excelente para mejorar la postura, fortalecer las piernas y aumentar la conciencia corporal. Ayuda a mejorar el equilibrio y la concentración mientras mejora la estabilidad y la alineación tanto del cuerpo como de la mente. La práctica regular de esta postura puede llevar a una mejor postura en tus actividades cotidianas. Recuerda respirar profundamente mientras mantienes esta postura, permitiendo que la respiración fluya sin esfuerzo. Con cada inhalación, imagina alargar tu columna vertebral, y con cada exhalación, permite que cualquier tensión o estrés se disuelva. Mantente erguido como un fuerte y elegante sello, conectando con tu fuerza interior y encontrando estabilidad tanto en la esterilla como fuera de ella.
¿Sabías que registrar tus entrenamientos lleva a mejores resultados?
Descarga Fitwill ahora y comienza a registrar tus entrenamientos hoy. Con más de 5000 ejercicios y planes personalizados, ¡construirás fuerza, te mantendrás constante y verás progreso más rápido!
Instrucciones
- Comienza de pie con los pies a la anchura de las caderas y los brazos a los lados.
- Toma una respiración profunda y levanta el pecho, alargando la columna vertebral.
- Mientras exhalas, levanta ambos brazos hacia arriba y extiéndelos por encima de la cabeza, estirando las yemas de los dedos hacia el techo.
- Entrelaza los dedos con las palmas hacia arriba.
- Mantén los brazos extendidos y los hombros relajados.
- Presiona los pies firmemente en el suelo, activando los músculos de las piernas.
- Mantén una ligera flexión en las rodillas para proteger las articulaciones.
- Respira profundamente y mantén la postura durante 30 segundos a 1 minuto.
- Para liberar la postura, baja lentamente los brazos a los lados.
- Ponte de pie y toma unos momentos para notar cualquier cambio en tu cuerpo y respiración.
Consejos y Trucos
- Mantén una postura recta y alta durante toda la postura.
- Activa los músculos del núcleo para estabilizar tu cuerpo.
- Concéntrate en una respiración profunda y controlada para mejorar los beneficios de relajación de la postura.
- Mantén una ligera flexión en las rodillas para evitar bloquearlas.
- Distribuye tu peso de manera uniforme en ambos pies para mayor estabilidad.
- Presiona las palmas de las manos juntas con firmeza, activando los músculos de los brazos y los hombros.
- Alarga tu columna hacia arriba para crear espacio entre cada vértebra.
- Visualiza la energía fluyendo desde la parte superior de tu cabeza hasta las plantas de tus pies.
- Relaja los músculos faciales y suaviza tu mirada para fomentar una relajación general.
- Los principiantes pueden usar una pared como soporte hasta que ganen más equilibrio.