La Postura Del Águila
La Postura del Águila es una postura de yoga poderosa y estimulante que desafía tanto tu fuerza como tu flexibilidad. A menudo se le denomina Garudasana en sánscrito, derivado de 'Garuda', que significa 'Águila', y 'Asana', que significa 'Postura'. Esta postura dinámica requiere equilibrio, coordinación y enfoque, lo que la convierte en una excelente opción para mejorar la conexión mente-cuerpo. En la Postura del Águila, cruzas una pierna sobre la otra, envolviendo el pie detrás del músculo de la pantorrilla. Simultáneamente, entrelazas tus brazos, con un antebrazo descansando sobre el otro y las palmas tocándose. Esta posición se asemeja a un águila volando graciosamente por el cielo, simbolizando fuerza, gracia y libertad. Al mantener esta postura, activas numerosos músculos en todo tu cuerpo. La Postura del Águila se enfoca principalmente en los músculos de las piernas, especialmente las pantorrillas y los muslos, ayudando a mejorar la estabilidad y la fuerza de la parte inferior del cuerpo. También activa los músculos de los hombros, la parte superior de la espalda y los brazos, promoviendo una mejor postura y tonificando la parte superior del cuerpo. Además, esta postura activa el core, contribuyendo a una región abdominal más fuerte. Por último, como la mayoría de las posturas de yoga, la Postura del Águila involucra la mente, promoviendo el enfoque, la concentración y una sensación de calma. Ya seas un entusiasta del yoga buscando profundizar tu práctica o un principiante explorando nuevas posturas, la Postura del Águila ofrece una multitud de beneficios. No solo fortalece y estira varios grupos musculares, sino que también apoya tu bienestar general al promover la atención plena y el equilibrio.
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Instrucciones
- Comienza de pie con los pies al ancho de las caderas.
- Activa tu core y levanta la pierna derecha, doblándola por la rodilla.
- Cruza tu muslo derecho sobre el muslo izquierdo, enganchando tu pie derecho detrás de la pantorrilla izquierda si es posible.
- Extiende tus brazos hacia adelante a la altura de los hombros y cruza tu brazo izquierdo sobre el derecho, juntando las palmas.
- Mantén la mirada fija y una respiración controlada mientras equilibras en esta posición durante varios segundos.
- Libera la postura y repite del otro lado, cruzando la pierna izquierda sobre la derecha y el brazo izquierdo sobre el derecho.
- Recuerda relajarte y modificar la postura según sea necesario para adaptarla a tu flexibilidad y nivel de comodidad.
Consejos y Trucos
- Concéntrate en activar los músculos del core durante la postura.
- Comienza con tiempos de mantenimiento más cortos y aumenta la duración a medida que desarrolles fuerza.
- No fuerces tus piernas a envolverse completamente una alrededor de la otra, trabaja dentro de un rango de movimiento cómodo.
- Mantén una postura alta y recta para maximizar los beneficios de la postura.
- Usa tu respiración para encontrar equilibrio y estabilidad.
- Activa tus glúteos y músculos de la parte inferior del cuerpo para crear una base sólida.
- Mantén los hombros relajados y alejados de las orejas.
- Hazlo despacio y escucha a tu cuerpo, solo profundiza en la postura hasta donde te sientas cómodo.
- Utiliza una correa de yoga o una toalla para ayudarte con el enlace si es necesario.